lunes, 31 de octubre de 2011

[K+] Si tan sólo... [xxxHOLiC FANFIC]

Hola, hola ahora les vengo con la recomendación de la semana wii, la verdad hay un monton de recomendaciones por hacer de fanfics y Fics que he estado leyendo, demasiadas, pero para comenzar daré recomendaciones de los consentido de Tsukasa Tsukino y de Muratsuki (Por cierto Muratsuki sólo es una extensión más de mi nick jejeje Tsukasa Tsukino Muratsuki 司月の村月 como veran no tiene mucho sentido que digamos, la verdad no tiene nada de sentido) bueno aqui les traigo un Fanfic vomo recomendación de la semana y es uno muy bueno de xxxHOLiC de CLAMP antes de dejarlos con el FANFIC haré una que otra advertencia
1.- La historia contiene grandes spoilers y si estás leyendo ya seáse HOLiC o TRC yo te recomiendo que no leas el fic ya que si no has llegado por lo menos al volumen 22 de TRC o 14 de HOLiC puedes encontrarte con grandes spoilers del final.
2.- Para aquellos que no ha leido nada de nada, pueden leer la historia, pero será dificil de comprender algunos eventos, pero yo pienso que no habrá tanto problema.

Los personajes y algunos eventos son creación de CLAMP esta es una mera interpretación o una reinterpretación de algún hecho visto en las historias de CLAMP no tiene otro merito más que como entretenimiento.
Este FANFIC fue escrito por Agus (Aihane en fanfic.net) una muy preciada amiga y la cual será una de las favoritas de MURATSUKI y la cual es una grandiosa autora de FANFICS, también lo sera Puer.scriptor.
Bueno yo con su permiso la publiqué en blog al mismo tiempo editando uno que otro error de otrografía que tenia por ahi.
FANFIC escrito por Agus (Aihane)
editado por Tsukasa Tsukino para su publicación en Muratsuki

Konichiwaaa! (Para aquellos que no estén familiarizados con nuestro fanatismo, esto es  un saludo japonés que se escribe de ésta forma 今日わ qué por los kanjis que lleva podria significar Ahora es de día, pero se traduce como buenos días u hola)
De antemano, gracias por leer. Bueno, el siguiente FIC me surgió en un chispazo de inspiración cinco de la madrugada de hoy cuando estaba pensando que Yûko (El ^sobre alguna vocal funciona como duplicador es decir en este caso dice Yuuko, pero se coloca una ^para acortarlo), pese a ser mi ídolo y personaje preferido de todo el anime, nunca le había dedicado una historia. Hasta hoy. Para los que hayan leído el "Libro de las Mokonas" tal vez encuentren algunos detalles que ahí se mencionan, y los que no, igualmente pueden leerla sin problemas.

Bueno como saben, xxxHOLiC y sus personajes no me pertenecen (si así fuera HOLiC tendría un final decente) sino que es una de las tantas y fabulosas obras del grupo CLAMP (¡chicas las amo! ¡Son las mejores!). Por lo tanto la única finalidad de este FIC es el de entretener a los fans que como yo todavía no superamos que haya finalizado la historia T T

Si tan sólo...

El viento rugía y azotaba contra la casa, haciendo temblar puertas y ventanas, pero eso no importaba, en su interior nadie le daba relevancia porque había cosas más importantes de que preocuparse, aun así el clima parecía acompañar el estado de ánimo de sus habitantes.

En una de las habitaciones, postrada sobre una enorme cama yacía una bella mujer de largos cabellos negro, lucia más pálida de lo habitual gracias a la luz de la débil lámpara de noche. Respiraba con dificultad y apenas si tenía fuerzas para hacerlo, de vez en cuando y si la fiebre se lo permitía, recobraba la conciencia y dirigía su mirada al hombre que se encontraba a su lado, un sujeto alto, de cabello y ojos negros ocultos tras un par de lentes. Ella intentaba sonreír para aliviar aunque sea un poco la intensa angustia que él sentía, al ver como cada minuto que pasaba se llevaba parte de la vida de su preciada mujer. Sujetaba firmemente la mano de ella, intentando transmitirle parte de su fuerza para que resistiera aunque fuese un poco más, unos momentos más para poder apreciarla y disfrutar su compañía antes de perderla para siempre, antes de quedarse solo.

Entonces no pudo evitar los recuerdos que invadieron su mente en ése momento, hacer un recorrido al pasado para revivir todo lo que pasaron juntos y que los llevó a donde estaban ahora.

Fue hace mucho tiempo, tanto que no recuerda la fecha exacta, pero lo que Clow Reed si recuerda con precisión de sus tiempos de juventud es haber viajado por el mundo, conociendo nuevos lugares y perfeccionando su magia. Recuerda haber llegado a Japón y también haber usado su magia para impresionar a una gran cantidad de personas que miraban asombrado al talentoso muchacho y también, a una bella joven diciéndole

— ¿En serio te crees tan fabuloso sólo por eso?—. Gritó en voz alta para sobresalir de la multitud que observaba las habilidades del muchacho—. Eres un mago de cuarta—.

—¿Disculpa?—. Dijo él bastante ofendido, después de todo cuando uno tiene veinte años tiende a ser un poco arrogante y Clow no era la excepción, como nunca había conocido a nadie que lo superase no estaba acostumbrado a las críticas— ¿Acaso no cumplo con tus expectativas?—

—Así es, eres peor que un mago de circo—. Respondió ella mordazmente y luego se rió sola.

— ¿Entonces supongo que tú podrías hacerlo mejor?—

—Por supuesto, todo lo que tú hagas yo puedo hacerlo diez veces mejor—. Clow se sorprendió cuando la mujer dijo esto, pese a sus palabras su mirada penetrante le decía que no era pura fanfarroneada sino que ella realmente se sentía segura de sus habilidades como para vencerlo.

— ¿Acaso eso es un reto?—. Dijo él desafiante.

— ¿Reto? Já, tú no podrías vencerme ni en ajedrez—. Sus respuestas siempre eran rápidas y precisas.

— ¿Por qué no lo comprobamos ahora mismo?—

Y eso, tan sólo un cruce de miradas desafiantes antes de que el duelo comenzara. Duró horas, interminables horas en la que ambas mentes batallaron con todo su poder, sacrificando lo que fuera necesario para obtener la tan ansiada victoria. El ambiente era tenso, tanto que se podía cortar con un cuchillo, nadie respiraba y pobre de la mosca que osara volar cerca. Todo era concentración, hasta que…

—Jaque Mate —. Gritó la mujer triunfante—. Jajajaja te lo dije—. Ella comenzó a reírse sola de forma estrepitosa.

Clow todavía no salía del asombro, su mirada fija en su rey que había sido cruelmente acorralado por las piezas enemigas. Había perdido, él había perdido, y la responsable era ésa extraña joven que tenía en frente, que sin duda no era una mujer como cualquiera. Y no lo decía por el hecho de que se riera sola, o por su mordaz forma de contestar y su sarcasmo, su ácido sentido del humor. Tampoco lo era por su piel blanca o su largo y extremadamente lacio cabello negro o por sus ojos color carmín que le daba poder a su mirada. No, claro que no, había más, mucho más en ella y aunque todavía no sabía que era, deseaba averiguarlo.

— ¿Qué te ocurre?—. Preguntó ella sacándolo de su ensimismamiento— ¿Tan aplastante fue mi victoria que te deje sin habla?—

—Creo que…estoy enamorado—. Le dijo y por primera vez le dedicó una sonrisa amable.

Ella paró de reír, lo miró con curiosidad y sorpresa por unos segundos hasta que finalmente.

— ¿Eres idiota o qué?—. Dijo y luego se rió de su propio comentario. Clow lejos de intimidarse sonrió todavía más y se animó a preguntar entusiasmado

— ¿Cómo te llamas?—

—Yûko…Ichihara Yûko—dijo ella – Pero es un nombre falso

—Entiendo, aquel que sabe tu nombre tiene el poder de controlar tu alma, ¿es por eso verdad?—preguntó él y ella asintió.

Él volvió la vista a ella, y acarició su negro cabello mientras sentía como su frente ardía culpa de la cruel fiebre, que la consumía por dentro. Pensar que Yûko siempre había sido una mujer fuerte, muy activa, el verla así tan débil, agonizando a cada momento…a Clow siempre le decían que era el mago más fuerte del mundo, pero hoy, así y en ése momento no podía sentirse más débil e inútil. Aun con todo su poder no podía sanar a la mujer que amaba.

A partir de ése día, él decidió que su viaje por el mundo había llegado a su fin. Se instaló en Japón decidido a conocer más sobre aquella jovial bruja, y de hecho lo hizo. En todo el tiempo que compartieron juntos aprendiendo magia, compitiendo en ajedrez, o simplemente cuando ella lo obligaba a cocinarle todo tipo de platos. Como sea el descubrió mucho de ella, principalmente lo diferente que eran. Por ejemplo, Clow siempre era tranquilo y relajado, Yûko era ruidosa e inquieta, él prefería comer cosas dulces y un vasito de Whiskey, a ella cualquier comida le venía bien siempre que fuera acompañada de cinco o seis botellas de sake, como mínimo. En primavera Clow prefería disfrutar de una siesta bajo el sol de la mañana, Yûko disfrutaba más desvelándose horas en la noche sólo para ver la luna en su esplendor.

Pero a pesar de sus diferencias, ellos congeniaban sin problemas y de hecho se complementaban bastante bien. Y cuando encontraban cosas en las cuales estaban de acuerdo sin duda sabían disfrutarlas a pleno. Como ésa vez, que sin saber bien cómo, terminaron sobre una colina desde donde se podía ver toda ciudad, y de allí vieron el atardecer caer por detrás de las montañas, juntos y bajo un enorme árbol. Ambos coincidieron en que era lo más bello que hubieran visto.

—No sabes lo feliz que me hace el haberte conocido—. Le dijo él en ése momento, ella se limitó a mirarlo—. En serio, siempre creí que con mis poderes estaría condenado a estar solo de por vida, pero después de conocerte…ahora sé que podremos estar juntos, que estarás a mi lado siempre—. Se había acercado a ella y acariciaba suavemente sus pálidas mejillas y después de mirarla fijamente por unos segundos unió sus labios a los de ella en un simple, pero intenso beso. Cuando se separó lentamente Yûko se limitó a mirarlo fijamente antes de comenzar a reírse

—Jajajaja, ¿Y te dices el mago más fuerte? Jajajaja, deberían llamarte el mago más cursi del mundo—. Su comentario lo dejó perplejo, pero lo estuvo aún más cuando, a pesar de todo, ella lo sujetó del rostro y tiró de él para devolverle el beso con la misma intensidad que él.

Sonrió al recordar esto último y no pudo evitar acercarse a ella y darle un delicado beso en los labios. Pese a todo, Yûko lo sintió y entreabrió ligeramente los ojos que se cruzaron con los de él. Sonriendo débilmente, Clow pudo entender lo que su mirada decía, era lo que ella pensaba, lo que él pensaba, lo que ambos sabían. Su mirada lo decía todo "Cursi". Eso lo hizo sonreír y ella estuvo encantada de verlo, después de todo hace tiempo no lo hacía, no desde que ella había caído enferma. Ella no lo diría nunca, cosas como "Te amo", "Te extraño", "Estoy preocupada por ti", o al menos no directamente, ése no era su estilo, simplemente no era ella ser tan directa con sus sentimientos. Clow siempre lo supo, que Yûko no era una mujer como todas, ella era excepcional, y por eso sabía que sus expresiones de afecto se daban mediante acciones sencillas y gestos simples no en palabras tiernas y dulces ni en grandes actos de amor.

Era su cumpleaños y él se encontraba realmente triste. No era el primero que pasaban juntos, tampoco era el primero en el que ella no le daba un regalo decente que no hubiera conseguido cinco minutos antes de llegar a su casa. Al principio se había resignado a que Yûko simplemente no servía para eso, no era de recordar fechas y obviamente no sabía buscar un regalo decente y antes estaba bien, a él no le importaba demasiado, después de todo y pese a todo ella siempre asistía para desearle un año más de vida. Pero ahora era diferente, ahora si le molestaba o mejor dicho le dolía, porque ella conocía sus sentimientos y por lo que había visto ella le correspondía. Entonces no entendía como se podía olvidar, tampoco es que esperara grandes gestos y no es que fuera materialista, tan sólo quería ver de ella un simple gesto que le hiciera saber que lo amaba, que lo recordaba y que él estaba presente en su vida. Hubiera aceptado cualquier cosa viniendo de ella. Un pastel de cumpleaños, aunque Yûko cocinaba realmente mal, aun así habría fingido que era lo más delicioso y se lo hubiera comido entero, una bufanda o un par de guantes pese a que sus gustos referente a la moda eran muy distintos, se hubiera puesto hasta los harapos más feos que ella trajera, o incluso una botella de sake, si bien sabía que éste era uno de los más preciados tesoros de la bruja aun así Yûko debería saber que él lo compartiría con ella, con quién más sino. Sin embargo…

—Adivino, éste año también compró su regalo a última hora. O será que simplemente no trajo nada—. Comentaba Yue aburrido cuando la mujer llegó a la casa, mientras Clow tomaba su abrigo y al ver que ella venía con las manos vacías

—Vaya, vaya, pero si es el niño gato— respondió mordazmente —para tu información este año le traje un gran regalo.

— ¡¿A quién le dice niño gato?!—. Se quejó Yue mientras Kerberus se destornillaba de la risa. Clow suspiró resignado. Desde que había creado a las cartas y sus guardianes Yûko y Yue se la pasaban discutiendo por ver quién tenía la razón.

El mago conociéndolos a ambos logró aplacar los ánimos y que fueran a cenar. Tras el postre, y el pastel de cumpleaños, sólo faltaba relajarse sentados al lado del acogedor fuego de la chimenea, disfrutando de un buen trago y una charla animada.

— ¿En serio éste año me vas a dar un gran regalo?—. Preguntó.

—Así es, pese a lo que piense ése saco de papas que tienes por guardián, éste año te voy a dar un gran regalo —. Dijo ella con solemnidad.

— ¿Puedo verlo ahora?—. Preguntó curioso

—Bueno, pero en realidad no es algo que puedas ver—. Respondió de forma misteriosa.

— ¿Entonces?–. Yûko había logrado confundirlo y aprovechó la situación para acercarse a él y susurrarle unas suaves e indescifrables palabras al oído, que le causaron cosquillas al mago—. ¿Y eso?—. Preguntó todavía más confundido.

—Tu regalo—.

—Ya sé, pero que fueron esas palabras—.

—Mi nombre—. Dijo ella como si nada—. Mi verdadero nombre y sólo lo diré una vez así que será mejor que no se te olvide—. Advirtió mientras se servía más Whiskey

Clow abrió los ojos sorprendido, por fin había entendido y entonces se dio cuenta de la magnitud del acto. Con el nombre de una persona se puede controlar su alma, por esa razón ella nunca lo revela a nadie, sin embargo ahora él también lo sabe. En pocas palabras Yûko le entregó su alma confiando en que él sabrá cuidar bien de ella—. Realmente, fue un gran regalo—. Dijo mientras cerraba sus ojos, sonriente al pensar que había sido ridículo de su parte esperar de ella regalos tan simples y superfluos como una comida o ropa, cosas que con el tiempo se desgastan o que son fácilmente reemplazables en el siguiente cumpleaños, esas no son cosas con las que ella pueda demostrar sentimientos. En lugar de eso prefiere actos sencillos que queden grabados a fuego en la memoria y sean invencibles al paso del tiempo. Con ello Yûko había logrado mostrarle cuanto lo amaba, así era ella después de todo.

"Así es ella después de todo", pensó Clow mientras miraba como había vuelto a sucumbir ante la enfermedad. Yûko nunca mostraba el cien por ciento de sus emociones ni en los mejores ni en los peores momentos, ella siempre se reservaba una pequeña parte para sí, algo que no compartía con nadie. Excepto en una ocasión, en aquella fatídica ocasión y que era sin dudas el peor momento de sus vidas ella se había quebrado frente a él, y con justa razón. Mientras Clow colocaba un paño húmedo sobre la frente de la bruja en un desesperado intento de aliviar su sufrimiento, recordaba el momento en que todo se había venido abajo.

Él nunca se imaginó semejante noticia, y ella tampoco, de hecho ninguno de los se imaginó nunca encontrarse en una situación similar y aun así, cuando Yûko le dijo que estaba esperando un hijo suyo Clow desbordaba de alegría y júbilo, no cavia en sí de la felicidad. Ella tampoco, aunque como siempre tenía su forma particular de demostrarlo, como por ejemplo reprochándole a cada rato que por su culpa ella perdería su magia por un tiempo, o que no podría beber una gota de alcohol hasta que su hijo naciera, también advirtiéndole que se preparara porque si antes era de buen comer ahora él tendría que pasar las veinticuatro horas en la cocina para satisfacer cualquier antojo que se le cruzara por la mente.

Pero la alegría que sentían era tan inconmensurable que él aceptaba lo que fuera, estaba dispuesto a darlo todo por ella y el bebé, tan así que enfrentaría lo que sea que le pusieran en frente, cualquier reto, cualquier orden o desafío.

Sin embargo, había algo para lo que no estaba preparado, ninguno lo había estado ni lo había venido venir ni siquiera Clow, siendo un gran vidente pudo predecir y tal vez prevenir los acontecimientos posteriores. Y es que Yûko con tres meses de embarazo ya había perdido por completo sus poderes hasta que el bebé naciera, y entonces era tan vulnerable a las enfermedades como cualquier otro ser humano. Nunca como en ése momento, cuando ella fue víctima de una cruel enfermedad que la dejo postrada en una cama y se llevó la vida de su hijo, nunca antes se habían sentido más humanos, simplemente humanos incapaces de hacer nada salvo mirar y sufrir en silencio.

Así es como la encontró Clow ése día, después que el doctor se fuera tras darles la noticia de la pérdida del bebé, Yûko sentada en la cama en silencio con su mirada, ahora carente de su brillo característico, fijo en sus pálidas y temblorosas manos. Sin saber que hacer él se sentó a su lado, y antes de que supiera o quisiera decir algo, ella habló.

— ¿Sabes? Iba a ser un niño…me hubiera gustado que se pareciera a ti—. Dijo casi sin voz—. Lo siento —. Fue lo último que salió de su boca antes de que amargas lágrimas comenzaran a correr fluidamente por su mejilla.

Él la rodeó con sus brazos y tiró de ella para recostarla sobre su pecho donde pudo llorar a gusto mientras acariciaba su cabello y le decía suavemente al oído.

—No fue tu culpa…ni del bebé…aquí el único culpable soy yo—. Decía tristemente—. Aun con todo el poder que tengo fui incapaz de protegerte y a nuestro hijo…es como siempre dijiste…no soy más que un mago de cuarta—.

Ella se aferró más fuerte a él y ambos compartieron ése angustiante abrazo, sintiendo la pérdida, sintiendo como les habían arrebatado su tesoro, su creación más preciada.

Y ojalá eso hubiera terminado allí, al menos de ésa forma hubieran podido intentar empezar de nuevo, pero ni eso se les permitió, ya que la cruel y desgraciada enfermedad no sólo se llevó la vida de su primogénito sino que amenazaba con llevársela a ella también; aunque en realidad era más que una amenaza porque la realidad era que lo estaba cumpliendo. Si no bastaba con verla a ella ahí y ahora.

Tendida en la cama, sin siquiera poder levantarse, haciendo un gran esfuerzo tan sólo para respirar, delirando en fiebre mientras que él, por su parte, sólo podía sentarse y sufrir en silencio, mirar y ser un inútil mientras ella se alejaba cada vez más y más de su lado a un sitio del cual no podría volver.

—Lo siento—. La voz ahogada de ella le llamó la atención, se había despertado y lo miraba.

—No tienes por qué disculparte, ya verás que cuando estés mejor…— comenzó a decir él, pero una exhalación de ella que intentó ser una risa lo obligó a callar.

—Eres un ingenuo…debe ser por esas gafas de tonto que traes…deberías cambiarlas— dijo ella sonriendo a duras penas, no era tonta y sabía que estaba en sus últimas. Aun así, si podía ella hacia algún comentario agudo hacia su persona y Clow no pudo evitar sonreír con eso. Pensaba en qué haría cuando ya no estuviera a su lado, cuando no pudiera escuchar su humor ácido y su sarcasmo, o simplemente disfrutar de su compañía en silencio, compartiendo una tarde con comida y bebida.

—No me dejes…— fue lo único que él le pidió, su único deseo mientras le sujetaba firmemente sus manos—…por favor no me dejes—.

—Lo siento—. Respondió ella—. No podré estar a tu lado hasta el final…aún así…estaré allí, esperando hasta el día que nos volvamos a ver—.

Ya habían pasado unos minutos desde que ella cerró sus ojos por última vez, él todavía sujetaba fuertemente sus manos, aún estaban cálidas. Lloraba silenciosamente mientras esperaba, en su ingenuidad como ella lo había llamado, que ocurriera algún milagro, alguna chance u oportunidad para no perderla. "Si tan sólo…—pensó— si tan sólo…abriera sus ojos una vez más". Y eso fue todo, de pronto dejo de escuchar el rugir del viento azotando contra la casa, y el sonido del reloj marcando el paso del tiempo, tampoco sintió las manos de ella. Porque de pronto se encontraba en un lugar diferente, no había nada y todo estaba oscuro, aun así él podía ver. Y de hecho, había un sujeto frente a él, le resultaba vagamente familiar pese a que juraba que era la primera vez que lo veía.

— ¿Quién eres tú?— le preguntó.

—Jajá. ¿En serio no sabes?—. Se burló –Yo soy tu…o al menos, la parte sincera de ti—.

—No te entiendo—.

—Eres arrogante Clow, arrogante y egoísta—le dijo— En el fondo sabes que tú eres el mejor y más poderoso mago del mundo, sabes que podrías revivir a esa mujer y aun así te ocultas detrás de una falsa modestia de argumentos lógicos y morales para decir que no puedes.

—Los muertos no reviven—. Respondió él—. Esa es la única verdad.

—Ah, pero eso no te impide desearlo—. El sujeto sonreía malignamente—. Tú lo deseas, en el fondo y con mucha fuerza, deseas que ella no muera y serias capaz de hacer cualquier cosa por cumplir ése deseo. Pero el actual tú se impide desear algo así, es por eso que yo cumpliré ése deseo y me convertiré en el mago más poderoso, superaré los obstáculos que te has puesto, te superaré a ti Clow.

—No puedes hacer eso, seria quebrar un tabú, no sabes que podrías causar—.

—No me interesa, éste es mi único deseo, no me importa lo que deba sacrificar a cambio, lo haré realidad—respondió—Así que recuérdalo, Fei Wong será quien logré traer un muerto a la vida.

Después de eso, Clow volvió a estar solo en ésa inmensa oscuridad y sin previo aviso comenzó a ver una sucesión de imágenes, que no eran otra cosa que visiones del futuro lejano.

Una criatura blanca que atravesaba dimensiones, una niña pequeña se hacía cargo de sus cartas y un niño descendiente de él por parte de su madre se encargaría de ayudarla, Kerberus y Yue estaban con ella. Las contraparte de estos niños en otra dimensión también se enfrascaban en un viaje, vio otros mundos y otras personas, cosas que debían ser una sola eran divididas, quienes no debían morir, morían. Cosas que no deberían existir en un primer lugar ahora lo hacían. Como ése joven, que le llamó la atención, un chico de cabello negro y lentes, alto y delgado, ese ser no estaba destinado a nacer e incluso había muerto en el vientre de su madre antes de que su vida comenzara, pero aun así existía, pero no en el lugar que le correspondía como hijo suyo, sino que se encargaba de llenar un espacio vacío, una herida en el espacio-tiempo. Y también la vio a ella, viva y feliz de tener a ése joven cerca, contenta de ver como su único deseo se había cumplido puesto que el chico se parecía a su padre. Clow se preguntó entonces si valía la pena todo aquello que había visto, con tal que ella estuviera feliz, sonriente. Pero lo que vio después le hizo entender la realidad. Esa herida en el espacio sólo significaba que la lógica y el orden de las cosas comenzaban a desmoronarse y ella ahora estaba atrapada, en un tiempo detenido. Y fue ahí cuando entendió que la había condenado, precisamente a vivir aquello a lo que él había temido durante años, a vivir eternamente viendo como tus seres queridos perecen a tu alrededor, estando vivo pero en definitiva solo, lo había visto incluso él se iría y la dejaría sufriendo y deseando poder seguirlo hasta aquel lugar al que todos iremos tarde o temprano, todos excepto ella porque su tiempo se detuvo, sin avanzar, sin retroceder, tan sólo esperar eternamente, un castigo incluso peor que la muerte.

—Lo siento…lo siento—. Repetía él innumerables veces apoyando su cabeza en sus rodillas sintiendo como ella acariciaba suavemente su cabeza, no podía verla a los ojos, no tenía la fuerza para decirle como es que se había recuperado tan rápido o peor, como había resucitado, pero por sobre todo no podía decirle que ya no…— Lo siento…lo siento mucho, en verdad—dijo. Se odia a si mismo por lo que le había hecho, odiaba profundamente que las palabras de ése sujeto fueran verdad, odiaba ser el mago más poderoso de todos.

—Está bien— respondió ella suavemente, pero muy triste, su tono de voz le dio a entender que si bien no sabía los detalles se imaginaba que había pasado. Un tabú se había roto, todo para que ella no se alejara de su lado. Todo por ella, así que no pudo evitar rodearlo con sus brazos y abrazarlo con fuerza —Todo estará bien…pase lo que pase, todo estará bien—.

FIN...
(En realidad es el comienzo de todo)

Ok, ojala hayan disfrutado leyendo tanto como yo lo hice escribiendo. Realmente nunca me había percatado de lo linda que era ésta pareja hasta el día de hoy. De nuevo gracias por leer y nos veremos próximamente en futuros FICS ;)

[T+16] Porque los heroes no existen en éste mundo.

Bueno ahora si biene la convenencia por mi parte verdad???? ah no puedo creerlo, bueno mis queridos (pocos o muchos) seguidores aqui me tienen publicando unas de mis historias ésta historia fue creada por peticion de la escuela para representar una situacion de bulling, la verdad no sé que tal me quedo, pero espero que lo disfruten aqui se nota mi cambio de narración bastante bueno, jejeje, es muy padre y me diverti haciendolo así que espero que lo disfruten.

Porque los heroes no existen en este mundo.
escrito por Tsukasa tsukino
editado por Tsukasa Tsukino
publicado en Muratsuki
No cuento con el Copyright, pero les pido de favor que no plageen mi trabajo.
Por el momento la historia sólo la tengo en español en un futuro la veran en inglés.
Atentamente Tsukasa Tsukino el creador de Muratsuki
村月(Muratsuki)

 
¿Cómo es que todo esto se había vuelto realmente insoportable?
Si tuviera una mínima idea de cómo mi pacifica vida comenzó poco a poco a convertirse en un torbellino de molestias, envolviéndome cada vez más hasta mi perdición.
Sólo podía ver ése cielo azul, ése cielo tan basto e inalcanzable, mientras un insaciable dolor me recorría el cuerpo lentamente. No podía moverme, el cuerpo no reaccionaba ante nada de lo que le ordenaba, inmóvil, inmóvil sin poder hacer nada ante mi inevitable destino. Así termino todo a final de cuentas. En un mundo donde no existe la justicia
¿Qué es lo que esperaba?
¿Por qué nadie me ayuda?
¿Por qué todos se me quedan viendo?
¿Por qué en vez de estar parados no van a buscar ayuda?
Alguien ayúdeme, duele demasiado, no puedo soportar éste dolor y la sensación de mojado que siento detrás de mi cabeza, cada vez haciéndose más abundante.
Desde cuando el mundo se había vuelto tan egoísta, tan morboso, sólo veía a los tipos que me rodeaban sacándome fotos con su celular, como si de una inútil pelea se tratara.
¿Acaso ya todos en el mundo se habían vuelto así?
Aplaudir acciones de violencia y observar el cómo alguien moría,
¿Se habían vuelto lo más entretenido para el mundo?
No tengo una respuesta ante eso.
Ahí lo vi, a ése grupo de personas que me provocaron esto, burlándose. No sentían culpa alguna, en serio era esto real, en serio esto sucedía así. De pronto los vi escabullirse, unos maestros llegaron hasta donde yo, pero para estas instancias, mi vista ya era demasiado borrosa, ya era el fin, el final de todo, me gustaría saber cómo inició el principio del fin.
Era un día normal como cualquier otro, el aire al soplar en mi cara se sentía congelante, caminaba hacia la escuela como era común, solo, observando el paisaje que se hallaba a mí alrededor.
Llegar otra vez a la escuela, era lo más delicioso que podría ocurrir hasta hace un tiempo, hasta antes de cuando ellos, comenzaran a molestarme.
Sin saber por qué exactamente todo comenzó desde el primer día en que entré a la preparatoria, entré a una preparatoria a la cual según no tenía mucho prestigio por la clase de estudiantes que tenía, pero por falta de recursos económicos yo tenía que asistir allí, no esperaba mucho, sólo los típicos estudiantes que no sabían nada ni siquiera lo más mínimo de una operación matemática.
Entré en la escuela, me provocó una sensación tan extraña, ya estaba todo decidido, la primera clase empezaba en el salón seis, matemáticas I, por alguna extraña razón era muy afán a ésta materia.
Decidí entrar a ésta escuela con las mejores intenciones del mundo, sin intentar molestar a nadie, pero no contaba con que en éste mundo hay muchas personas que siempre envidian hasta lo más mínimo de una persona sin tener si quiera una razón justificable para hacerlo.
Ya habíamos tomado unos cursos anteriormente a los cuales no asistió mucha gente, por lo cual no conocía a muchos de los que de ahora en adelante serían mis compañeros.
La persona que impartiría la clase de matemáticas era una maestra, una maestra con todos los aires de tratar de enseñar a una nueva generación de estudiantes, pero los alumnos que ahí había, no se veían con las mejores intenciones de querer si quiera atender una mínima clase, no entendía por qué razón entonces se metían a la escuela, sólo a perder el tiempo suponía de buena forma.
— ¡Buenos días alumnos!—. Entró la maestra con toda la energía del mundo y dispuesta a enseñar, todos la tomaron con indiferencia y al no tratar de desencajar yo no lo hice.
Por Dios que la maestra estaba buena, una estructural belleza, que solamente creí ver en las revistas y captó mucho la atención de algunos tipos que actuaron como vil bestias al lanzarles piropos de los más estúpidos, después un grupo de personas se levantaron de la esquina, ya saben de la típica esquina donde uno siempre encontraría lo peor entre lo peor.
Eran un aproximado de diez imbéciles, los que se dirigieron al frente hacia la maestra.
La maestra estaba distraída lanzando el culo de cara hacia los alumnos que la veían con ojos de querer violarla. Uno se acercó a ella y le dio un arrimón y luego procedentemente levantándola y tocándole lo senos.
— ¡Pero que buenas tetas tienes!—. Dijo el tipo lamiendo sus labios como si la comiera únicamente con la mirada.
— ¿Qué creen que hacen? Deténganse—. Gritó la maestra con desdén, mientras manoteaba tratando de zafarse de los brazos del acosador.
—Vamos a violarla maestra—. Dijo uno de entre la multitud de imbéciles.
Yo simplemente no podía creer lo que ante mis ojos se presentaba, la verdad no podía soportarlo y no podía soportar aún más el hecho de que nadie hacia nada en el salón y en vez de hacer algo, mis “compañeros” sacaron su celular y pusieron en modo cámara de video para capturar el momento de la violación, simplemente no podía creer la mierda de mundo en el que vivía actualmente.
Sabía que sería un suicidio el tan sólo intentar acercarme ahí con los tipos, pero no podía permitirme ver una escena de ésta magnitud. Si me iba y me enfrentaba yo solo, no podría vencer, necesitaba ayuda, así que aprovechando un descuido de los imbéciles estos, salí del salón y me dirige rápidamente hacia un salón por un maestro que más o menos creyera cuerdo, todos parecían importarle poco sus alumnos, sin importar donde estaban algunos sólo dormían sobre los escritorios y otros sólo eran ignorados por sus alumnos.
¿En qué tipo de escuela me había venido a meter?
Me metí a un salón y llamé a un profesor.
—Puede acompañarme, ¡rápido!—. Irrumpí la clase gritando con un aire agitado, mientras el resto de los alumnos me veían con una extrañeza sutil.
El profesor asintió sin tomarles importancia a sus alumnos y simplemente dejándolos hacer lo que quisieran, nos dirigimos rápidamente hacia mi salón de clases. Cuando entramos los tipos estos ya casi desvestían a la maestra y se podía sentir como las feromonas de muchos jóvenes en el salón volaban; al verse como los demás se llenaban de excitación comenzando a besarse o simplemente a masturbarse en frente de todos. Desvergonzados.
— ¡Hey!-. Gritó el profe tratando de imponer autoridad. Sin conseguirlo con éxito, entonces este se lanzó a los golpes contra los imbéciles promiscuos que trataban a toda costa de sacarle las bragas a la maestra. Los tipos estos, se alejaron al sentir los madrazos impregnados en su rostro y sacarle sangre a unos cuantos de ellos.
El profesor se quitó la chamarra tan pesada a simple vista que traía y la colocó sobre la pobre maestra, mientras que sentí la mirada de odio impregnada sobre mí por parte de los diez imbéciles que trataron de llevar a cabo tan atroz acto.
—Vaya, vaya, vaya… tenemos a un héroe entre nosotros-. Oí hablar a uno de ellos; el que parecía ser el jefe de ellos, dirigiéndoseme a mí con una altanería insoportable.
Yo sólo volví mi feroz mirada hacia ellos, pero parecía que yo sólo contra un grupo promiscuo y que al parecer era apoyado por todos en el salón, no podría vencerlos fácilmente.
—Sólo hice lo que me pareció correcto-. Dije viéndolo a los ojos sin saber exactamente a lo que me estaba por enfrentar.
El tipo se levantó de su escritorio, se me acercó con un aire pesado hacia mí, sentía mi corazón palpitar rápidamente; por fuera mostraba una actitud desafiante, pero por dentro era todo un mar lleno de confusiones.
—La gente como tú, no me agrada-. Me dijo barriéndome con la mirada de arriba abajo, sentí una gran presión sobre mí al ver esos ojos tan llenos de odio dirigiéndoseme.
—No te hagas el muy machín-. Le di mi contestación al aire, tal parecía que no racionalizaba mis pensamientos antes de contestar. No seguí el viejo dicho “cuida tus palabras porque se volverán acciones”.
El tipo me aventó contra la puerta a la cual estaba próximo, me tomó del cuello y con su mano en forma de puño dirigida hacia mí.
—Será mejor que no te quieras pasar de listo-. Dijo el tipo con actitud amenazadora y su puño lleno de ira apuntándome.
Para mi suerte unos maestros llegaron rápidamente al lugar y el tipo éste fue detenido a tiempo. No entendía bien si había hecho un buen acto de humanidad o hice un pendejo acto de mediocridad. Ya fuera como fuera lo hecho, hecho estaba ya era muy tarde para estar con los arrepentimientos, si tan sólo me hubiera imaginado todo lo que pasaría después, quizás no hubiera querido actuar como un héroe.
Después de aquel fatídico día la maestra ya no se presentó nunca ni siquiera a la escuela y desde entonces los molestos insultos, las pesadas bromas y los golpes no dejaron de hacerse presentes en mi vida diaria.
Llegué nuevamente a la escuela, ir hacia el mismo salón de todos los días, sabía que era lo que me esperaba al arribar a ese lugar, por lo cual no me causaba ninguna alegría el tener que llegar.
Entre al salón de clases, el rallado y maloliente salón de clases en el cual tenía que tomar por desgracia clases, había pasado apenas un mes del semestre, no tenía idea de cómo me había hecho de tantos enemigos al apenas entrar a la escuela, pero tal parecía que yo allí era la hierba mala y no es caso contrario, sólo los maestros eran amigos para mí y prácticamente permanecía bajo su jurisdicción, poniéndome a salvo de los demás con los maestros, que bajo había caído.
En vez de estar perdiendo el tiempo con amigos estaba siempre ocupado y encerrado ya séase en la dirección de la escuela, secretaría o biblioteca, diario estaba a salvo en algún lugar, no me atrevía a salir para nada, por el extremo miedo que sentía a mis compañeros, pero eso era siempre hasta después de las once del día, mientras tanto desde la siete de la mañana hasta las once tenía que soportar el tener que convivir con esas personas siendo víctima de sus bromas y tonterías.
Llegué hasta el pupitre de mi salón lleno de blasfemias hacia mí, de personas que quizás ni siquiera conocía. Solamente ignoré las palabras allí escritas y me senté, senté cuidadosamente, pero algo sucedió, mi banca se rompió, o más bien dicho se desarmó al sentarme, alguien la había aflojado para que ocurriera susodicho acto, todo mundo se burló de mí, tanto hombres como mujeres, en especial esos tipos que eran los que más detestaba. Esos tipos según cosas que escuche habían comenzado a hacer rumores sobre mí, desconocía que tipo de rumores, pero de seguro eran cosas estúpidas, pero sin duda alguna esos rumores que inventaban hacían que la gente me agarrara coraje.
Ya no quedaba lugar en el cual pudiera sentirme seguro en la escuela, incluso mucho menos en los lugares donde según yo “estaba a salvo”.
Después de pasar el rato burlándose yo me levanté y traté de levantar el pupitre deshecho, levantando las piezas una por una cuando de pronto sentí que algo cayó encima de mí, era un líquido asqueroso y apestoso, realmente apestoso.
Voltee a ver quiénes eran, eran una chavas. Cuando sucedió esto mi poca paciencia que tenía explotó, si tanto era el odio que me tenían por haberles arruinado la oportunidad aquella vez de expulsar el semen de su sistema, sería mejor ya hacerles frente de una vez por todas.
Tomé de las tetas a una de las chavas que me aventó el agua y la aventé al piso golpeándola, la otra me aventó la cubeta y le solté un golpe en la cara. Los demás se me quedaron viendo y me temieron, así que al ver ésta acción yo me dirigí hacia los principales contribuyente en estas bromas; en especial a la estúpida persona que tenían como jefe.
—Haber pendejos-. Yo hablé con mi altanero tono de voz.
Lo tipos estos voltearon a verme con indiferencia. El “jefe” de ellos salió al frente. Yo tan sólo al verlo me le aventé a los putazos en seco. Tal parecía que el pendejo éste no se esperaba tal acción por mí.
—Ya basta de tus mamadas, no-. Exigí con un tono de voz fuerte.
El tipo éste sólo río un poco y se volvió hacia mí.
—Vaya la princesita se ha revelado.
— ¿Cómo diablos me has dicho?-. Contesté ante la falta de respeto que me había dicho.
—Qué acaso no me has oído, P-R-I-N-C-E-S-I-T-A.
Me cagaba la puta que me pario, creo que ya había entendido que es lo que habían estado diciendo a todos sobre mi o al menos eso quería creer.
—Ya basta pendejos, me tienen hasta la chingada, queriéndose sentir los muy importantes y muy respetados, cuando en realidad son una mierda de personas es más ni una mierda llegan a ser, sobre todo tu hijúeputa-. Tal parecía que mis palabras no le hacían ni lo más mínimo al oírlas. Así que decidí lanzarme a los golpes.
Todo hubiera salido tan bien. Tan bien si no me hubiera esperado que el tipo este me jugaría tan sucio, yo me lancé hacia él, pero justo cuando parecía que lo golpearía, el me tomó de mis brazos y me aventó fuertemente hacia el cristal de las ventanas que se hallaban en la cercanía, comencé a caer, sentí el cristal incrustándoseme en mi cara y caía rápidamente hacia el piso. No pude ver las reacciones de los que se hallaban en el salón, pero parecían realmente asustados, ¿Asustados?
Allí estaban todos alrededor de mí sacándome fotos como si de un animal muerto se tratara, bueno no diferimos en nada de los animales, pero esto era algo que no se podía ser descrito por nada, ahora que lo pienso esos tipos no estaban burlándose, parecían realmente preocupados, pero ahora ya era realmente tarde para hacerlo.
Sólo por querer hacer lo correcto fui asesinado por una personas que sólo pensaban que tenían la razón; existen muchas personas de éste tipo en el mundo y por desgracia hay personas que les siguen, pero cuando sus acciones van más allá del simple hecho de querer molestar o querer llevarle  la contraria a alguien, es cuando realmente se andan lamentando de todo lo que hicieron, la gente sólo molesta por molestar y jamás piensa en cómo se ha de sentir la persona que es molestada, sólo lo hacen por el simple hecho de que se quieren sentir la gran chingonería frente a la gente ocultando su verdadero patetismo ante todos.
Todo mundo sabe que uno molesta a otro porque ve el reflejo de lo que quiere ser en el otro en éste caso se puede usar el concepto de lo que vendría a ser la envidia. El reflejo de lo que quieren llegar a ser, pero nunca podrán ser.

[M] Una situació desesperada.

Only spanish


hola, pues aqui me tienen de vuelta con una traduccion de una historia verdaderamente hermosa, sobre un amor imposible (para variar) yo me enamoré de esta historia verdaderamente una joya, jeje. Bueno no les sigo contando más porque sino se me saldrá de loq eu trata la historia y no se los quiero arruinar jejeje, Bueno espero que los disfruten y yo creo que verá muchos trabajos de este autor por acá eso creo jeehehe.
Una situación sin esperanzas
Puer.scriptor



Titulo original: A hopeless situation
Escirto por: Puer.scriptor
Publicado en: fictionpress
Género: romance (BL)
Traducido y adaptado por: Tsukasa Tsukino
Publicado en: Muratsuki 村月
Año: 2011
Esta es una historia original escrita en el idioma inglés por Puer.scriptor en Fictionpress dentro del género de horror la cual fue traducida y adaptada al español por Tsukasa Tsukino para Muratsuki. No contamos con Copyright, pero te pedimos de favor que no plagies la historia así como tampoco robes la traducción ya que esta se ha hecho con  los previos permisos dados por el autor el cual nos pidió de favor que no se plagiara su obra así como él nosotros también pedimos que no plagies nuestro trabajo de traducción.
No hacemos este trabajo para obtener algo monetariamente sólo lo hacemos por el hecho de promover la literatura y cultura de otros países, no permitiendo que esta se pierda. Los integrantes de Muratsuki esperamos de todo corazón que disfrutes de las historias que se trabajan bajo nuestro sello.
Se despide de ustedes Tsukasa Tsukino creador del grupo Muratsuki.
村月(Muratsuki)


Nota del autor: éste capítulo único está completamente desasociado de alguna de mis otras historias y aunque los personajes tienen los mismos nombres como en una de mis otras historias, no están relacionadas. Sólo no pude preocuparme en pesar nuevos nombres, porque siempre es un largo proceso logrado.
Este es del POV de Chris.
Cuando me paré cerca de Anthony detrás de los rieles, no sólo sentí celos, también una abrumadora tristeza. Supe que los celos eran completamente irreverentes, pero simplemente no podía evitarlo. Incluso cuando estábamos conduciendo a el aeropuerto no me di cuenta de cuan triste me haría sentir –viéndolo tan entusiasmado y excitado por ver a su esposa e hijos. Ellos llegarían ahora, en cualquier minuto – su avión aterrizó hace quince minutos. Eso sólo sería cuestión de tiempo ante ellos, junto con los otros pasajeros, caminó a través de aquella puerta de “Llegadas”. Yo, por supuesto, no engañaría mis pensamientos de los sentimientos en lo absoluto. Después de todo, me entrené para ser completamente normal en su y la presencia de su familia –algo lo cual no mostró lo que estaba sintiendo dentro.
Entonces pienso sobre mi completamente ridícula situación  –estaba en el aeropuerto, parado cerca del hombre del cual estaba esperanzadamente e irrevocablemente enamorado mientras él esperaba ver a su esposa e hijos. Casi me carcajeaba por lo absurdo de eso.
Estuve parado a lado de él, detrás de la verja de metal, con Adam cerca de Ant a su lado y Dudley cerca de mí. Ant estaba descansando sus manos sobre la verja y en la mano la cual estaba cercana a mí, estaba su anillo de casado  –el objeto que lo dejó completa y totalmente fuera de límites. Es divertido el cómo una diminuta banda dorada puede destruir tu corazón y matarte por dentro en el momento en que lo vez. Eso es lo que paso cuando primero lo vi…. Cuando primero lo vi a él. Morí por dentro y he estado muerto desde entonces.
Yo tan desesperadamente quise rosar su mano. Yo podía haberlo hecho parecer como un error – sólo un casual roce de su mano lo cual sería causado por mi accidental posé de mi mano sobre la verja donde está la suya. Luego temblorosamente la movería de ahí y la apartaría dando una casual mirada desinteresada y todo estaría bien.
Pero no me atreví.
No sería capaz de dirigir aquella casual y desinteresada mirada ni en un millón de años.
Continué con la Mirada fija sobre su mano, imaginando qué se sentiría el rosarla. Tiene unas perfectas manos… largas, dedos esbeltos, uñas perfectas y una preciosa piel. Tiene aquellas manos las cuales son tan… atractivas. ¿Quizás eso fue lo que le atrajo a su esposa de él? ¿Qué estoy diciendo? Las personas no se enamoran de otras personas sólo por sus manos.  Ellos no las ven a través de la habitación o algo así y van, “¡O por dios! ¡Qué preciosas manos tiene! ¡O dios!” y luego van sobre ello, una floreciente relación. Eso sería ridículo.
Ant movió su peso y sus hombros golpearon contra los míos, enviando una aguda sobrecarga eléctrica a través de mí. Mi cabeza se quebró al instante e inmediatamente sentí mis mejillas quemándose.  Era ridículo el cómo fácilmente podía ponerme rojo. Esa era otra razón del porque yo no podía, posiblemente, por casualidad rozar mi mano contra la suya  – me pondría intensamente rojo como nunca ha sido visto,  dando completamente el juego fuera.
Era algo sin sentido, los frecuentes accidentales toques, los cuales me traían la mayor satisfacción. La ocasional mano sobre los hombros, el amistoso golpecito en el brazo…  cualquiera de eso podía ser, gocé con ellos y guardé cada uno de ellos en mi memoria. Por ejemplo, todavía lo recuerdo rosando mis dedos cuando el tomaba una puerta siendo mantenida abierta para él. Recuerdo eso como si fuera ayer.
Pero ahora, como el movió su peso de vuelta tanto que sus hombros no estaban rosando los míos, la usual cosa que me sucedía la cual ocurría después de cada ocasión en que nos tocábamos  – me ponía colorado, mis palmas se hacían sudorosas y sentía un hormigueo sobre todo.  Di una rápida ojeada hacia él para encontrarlo ahora nuevamente apoyado contra la verja de metal, su mirada se concentró sobre la puerta de ’llegadas’ con un impaciente, sin embargo,  excitado centelleo por ellos. Fue una pose muy atractiva, pero no podía mantener la mirada fija en él por mucho, porque sin duda obtendría un comentario sospechoso de Adam o Dudley.
Así que, tomando sólo medio segundo di una ojeada hacia Ant, me volví hacia la puerta de ‘llegadas’ y observé en un vago aburrimiento. Aunque no sabía porque venimos a presenciar la llegada de la esposa e hijos de Ant, eso no tenía nada que ver con nosotros. Supongo que era primeramente porque sin duda Adam y Dudley encontraban a la esposa de Ant muy atractiva (como muchos otros hombres al parecer) y segundo, porque nosotros no teníamos nada mejor que hacer con nuestro tiempo libre y así que decidimos venir aquí como una alternativa en lugar de no estar haciendo nada.
“¿Cuándo comenzaran a llegar?” Dudley gimoteó cerca de mí, saltando arriba y abajo impacientemente. “¿No toma todo este rato en obtener su equipaje?”
“Para de gemir” Adam dijo desde el otro lado de Ant, mirando a Dudley, quien giró sus ojos e intervino su impaciente caminar.
“¿Quieres jugar piedra, papel o tijeras?”  Dudley me preguntó después de un periodo de silencio. Cuántos años tenía ¿cinco?
“Bueno” dije ligeramente, colocando mi puño.
“¡Uno, dos, tres!” dijo, haciendo unas tijeras. Yo hice una roca, la cual es un simple truco psicológico. Muchas personas juegan con las tijeras primero, dado que asumen (por alguna razón) que las tijeras son el más fuerte movimiento y por lo tanto si tú juegas con la roca primero, entonces ganaras. El papel es muy improbable que se juegue primero, desde que es visto como un débil movimiento (nuevamente, por alguna extraña razón)
Continué jugando piedra, papel o tijera con Dudley por veinte segundos más, después él se frustró perdiendo y se volvió hacia la puerta de ‘llegadas’ con enfurruñamiento.
Yo me volví igual con una sutil sonrisa y di otra ojeada hacia Ant. Cuando miré fijamente a él resplandeciente piso a unos pocos metros, lo contemplé. Aunque sabía que él era abierto de mente, yo no pienso que él valoraría la homosexualidad muy bien. Pienso que debe aceptarla, pero no pienso que diera un positivo o alentador comentario sobre eso. Siempre me he preguntado en cuál sería su reacción si él se enterara de que soy gay.  Probablemente nunca lo mencionaría o se comportaría diferente, pero pienso que entonces seria un poco reservado y torpe en nuestra relación… si es que puedo llamarlo así. Somos más bien colegas que amigos en realidad.
Cuando pensé por millonésima vez acerca de salirme de mi mismo para ir hacia él una noche en su habitación y sólo besarlo, un tremendo ruido provino de la puerta de ‘llegadas’ y las personas comenzaron a  inundarla completamente.
Ant inmediatamente se paró derecho, sacudiendo su cabeza de esta forma y aquella para intentar y encontrar a su familia. Cerca de medio minuto después de estar buscando a través de las masas de gente en nuestro camino, Ant finalmente los vio y saltó de la verja en un rápido movimiento y dio sobre ellos. Sus dos hijos, quienes tenían dos y tres, estaba el primero alcanzándolo y él los recogió sobre sus brazos, besando a cada uno de ellos en sus cachetes. Parecían encantados de ver a su papá y tenían una enorme sonrisa en sus rostros. Rachel, su esposa caminó hacia él con su equipaje de tranvía y con una enorme sonrisa lo besó. Mi sonrisa la cual había sido traída por las caras de emoción de los niños, rápidamente se desvaneció, miré lejos de ahí y sentí mis cachetes poniéndose rojos nuevamente, me moví para intentar deshacerlo, diciéndome que estuviera despreocupado y con calma. Los siguientes minutos después los pasamos en un desenfocado – Rachel vino hacia mí, saludándome con un exuberante “¡Hey!” yo respondí igual como copiándolo y después yo teniendo que colocarme con ella y el romántico Ant – beso, las manos alrededor de la cintura, caminando agarrados de la mano, sonriendo y jugueteando con la nariz. Entonces me excusé cortésmente y corrí tan rápido como pude hasta que no tuviera que ser colocado como testigo de su jodida felicidad.

[M] La maldición de mi mejor amiga.

Only spanish
Bueno después de desaparecerme por un fin de semana entero, pues por fin les traigo un fic muy bueno y especialmente para éste día que es halloween jejeje, me gusto bastante y es una grandiosa historia para pasar el rato y asustarse poquito jejeje. Bueno si más rodeos les dejo la historia y pronto volveré con más por ahorita sólo publicaré esta y otra, pero la otra es de romance jejeje. Bueno por acá es dia de muertos asi que todavia hay tiempo de publicar cosas de terror. Bueno ya aquie se las dejo.

La maldicón de mi mejor amiga
Scarletnights16



Titulo original: Best friend’s curse
Escirto por: scarletnights16
Publicado en: fictionpress
Género: horror
Traducido y adaptado por: Tsukasa Tsukino
Publicado en: Muratsuki 村月
Año: 2011
Esta es una historia original escrita en el idioma inglés por scarletnights16 en Fictionpress dentro del género de horror la cual fue traducida y adaptada al español por Tsukasa Tsukino para Muratsuki. No contamos con Copyright, pero te pedimos de favor que no plagies la historia así como tampoco robes la traducción ya que esta se ha hecho con  los previos permisos dados por el autor el cual nos pidió de favor que no se plagiara su obra así como él nosotros también pedimos que no plagies nuestro trabajo de traducción.
No hacemos este trabajo para obtener algo monetariamente sólo lo hacemos por el hecho de promover la literatura y cultura de otros países, no permitiendo que esta se pierda. Los integrantes de Muratsuki esperamos de todo corazón que disfrutes de las historias que se trabajan bajo nuestro sello.
Se despide de ustedes Tsukasa Tsukino creador del grupo Muratsuki.
村月(Muratsuki)


La maldición de mi mejor amiga


Un Ruidoso timbre sonó a las 2:30 pm con despido por todo el campus de la escuela cuando Syara abarrotó su bolso con el de su mejor amiga, Sarah. Era siempre lo mismo de todos los días. Desafortunadamente, hoy fue completamente diferente. Ellas tenían detención en la escuela junto con Sakura, Seichi, Sunny y Sally. Ambas odiaban a las personas con las que recibirían el castigo de la secundaria Seika. Tokyo siempre pareció abrumador para ellas dado que ellas provenían de la pequeña ciudad de Kyoto.
Estaban en la oscuridad del salón en una embarazosa posición con las manos levantadas en el aire. Sus maestros siempre eran muy estrictos con sus castigos. Nadie se miraba. Sakura y sus amigas eran enemigas de Syara y Sarah. Syara siempre aborreció cada cosa de ellas aunque Sakura sea su hermana. Ella y Sarah se vieron envueltas en problemas porque Sakura las inculpó de robar de la escuela las respuestas del examen para la facultad, de la computadora de un maestro. Afortunadamente, ellas también habían sido atrapadas.
Takashi-sensei se paró en frente de ellas y las despidió. Todas las chicas fueron por el mismo camino, pero se perdieron intentando encontrar el camino fuera. Takashi dijo al hombre de seguridad del portón que cerrara los portones de la escuela cuando un grupo de chicas pasara. Aparentemente un diferente grupo de chicas llegó  y de inmediato el hombre cerró los portones. Ellas estaban completamente solas en la edificación vacía. Un momento después, todas las chicas lograron salir de la edificación de la escuela e intentaron abrir el portón. Para su sorpresa, estaba completamente cerrado.  
Sakura lo pateó a pesar de que eso fuera inútil. Todas se separaron y deambularon a través de la escuela. Pronto la noche cubrió el cielo. Era la noche de Obon nadie las escucharía con los festivales en la ciudad. Todo estaba completamente oscuro. La niebla bloqueó sus vistas cuando la sensación del resfriado llegó sobre ellas. Era un frio congelante
De pronto, Sarah llegó corriendo por Syara, pero ella no estaba por ningún lugar aunque incluso gritó su nombre. Ella se encontró con Sunny y Sally cerca del baño. Ellas estuvieron en el baño donde la fuente de luz estaba disponible 24/7. De repente, Sunny miró hacia abajo y gritó. El piso estaba cubierto por manchas de sangre. Ellas siguieron el camino escarlata teñido en el azulejo blanco. Sally tuvo la fuerza para abrir la puerta. Ahí estaba tendida Syara empapada en sangre apuñalada y muerta. En su mano estaba una nota la cual tenía escrito “hechizo de la sección de letras” con su sangre.
El grito de Sarah fue escuchado por todo el campus. Sakura y Seichi ambas fueron a la sección S y arribaron brutalmente en el baño. Ellas encontraron a Sarah en el piso llorando. Sakura fue a dar un vistazo y dio un pequeño grito ante el cuerpo. Sarah se abalanzó hacia ella y respiró con furia. “Tú hiciste esto, abusona ignorante”, “Yo nunca haría una cosa así” Sakura le gritó. “¿Nunca harías una cosa como ésta? Tsk. ¡Ella es tu hermana! Sin embargo  la inculpaste y lastimaste ayer” Gritó Sarah. Sakura no dijo nada. El gato comió su lengua. Sus ojos no contenían ni siquiera una pista de simpatía. Las que estaban alrededor de ellas las apartaron para evitar argumentos irreverentes durante un tiempo. Los buitres aparecieron al otro lado de la ventana, esperando devorar el cuerpo. Sunny inmediatamente los mandó lejos. Sarah fue sobre el lado de Syara a cerrar sus ojos verdes.  
Ellas fueron por caminos separados para encontrar una llave de repuesto. Nadie conocía donde estaba  el salón del personal, y los estudiantes tenían prohibido la entrada a aquel lugar. Sin mencionar que el campus era gigantesco. Las cinco chicas planearon el llamar a alguien cuando encontraran la llave de la cerradura. La búsqueda inició. Un búho ululó y un grillo chilló a lo largo de la noche.
Habían sido quince minutes desde que su búsqueda inició. Todas estaban cansadas de estar corriendo por ahí. De repente escucharon a Sakura gritando. Escucharon su grito una y otra vez, entonces finalmente se detuvo. Todas corrieron hacia la sección A de la edificación. En la entrada, Sakura estaba tendida en el piso con su cabeza girada ciento ochenta grados y su cráneo abierto. El miedo las superó más y más. Sunny permaneció quieta, les recordó a ellas el sobrevivir y no rendirse. Ellas movieron el cuerpo de Sakura hacia una esquina, manteniendo su cuerpo fuera de vista, y después cerraron sus ojos.
Otros quince minutos pasaron. Sunny lloró y buscó, Sarah corrió a través de los salones de la sección B, Sally buscó en la sección U y Seichi buscó en el edificio Q. Estaban cuatro de ellas marchando y  corrieron pronto todas hacia la otra hasta una banca sucia. Ellas se vieron a cada una exhausta. Sunny estaba todavía muy asustadamente observando los alrededores. Sarah, Sally y Seichi iban juntas a buscar la llave nuevamente, dejando a Sunny detrás. Ella caminó hacia la biblioteca. Tan pronto como ella entró, sintió una extraña aura. Sintió el aire tan escaso y todo era tan oscuro. Ni siquiera podía ver sus propias manos. Cuando ella estaba cerca de la salida, alguien tiró de su espalda. Dio un vistazo para ver a su asesino. Antes de que muera, ella gritó cuando vio un par de locos ojos verdes. Eso no tenía sentido porque esos pertenecían a Syara.
Un grito fue escuchado a las siete de la noche en punto. Todas corrieron hacia donde provenía el grito. Era en la biblioteca, también conocida como la sección R. encontraron el cuerpo de Sunny con la ayuda de la luz de la luna que provenía a través de las puertas. Su cuerpo fue completamente doblado hacia atrás. Sus brazos y piernas estabas todos rotos y había arañazos sobre todo su cuerpo. Incapaces de ver algo más, Sarah cerró sus ojos y se apoyó sobre los hombros de Seichi. Ella sostuvo los hombros de Sarah para consolarla. Estaban inquietamente asustadas. El acido grito apagado de Seichi resonó en el edificio. Sally fue hacia Sunny y cerró sus ojos. Sus ropas estaban ya ensangrentadas por estar moviendo cuerpos, pero ninguna de ellas quiso mover el de Sunny. El sólo verla provocaba el querer vomitar hasta lo órganos.
Ahora, sólo quedaban tres. Todas decidieron permanecer juntas. Podían escuchar el festival y los niños gritando tan lejos. Estaban de vuelta en la sección A. Su plan era ir en orden y poniendo minuciosa atención. Sally enloqueció. Fue hacia su mochila y saco una afilada herramienta de sacar punta. Ella comenzó a alucinar.  La sangre estaba sobre todo el techo y las imágenes vagaban en su mente. Ella cortó su garganta y dejo la sangre brotar a través de su herida. Sarah y Seichi se posaron a su lado intentando detener su sangrado, pero fue demasiado tarde. La última cosa que Sally vio fueron un par de ojos verdes. Fue desafortunado que ella no supiera de quien eran esos ojos. ¿Eran de Sarah? O ¿Eran de Seichi?
Seichi y Sarah iban tomadas de las manos mientras examinaban los salones en las diferentes secciones de la facultad. Se miró una a la otra completamente asustada. Lo primero que querían hacer era limpiar la sangre de sus ropas. Entraron a un baño cercano y limpiaron sus ropas sin dar un vistazo al espejo en frente de ellas. Cuando ambas observaron sus reflejos, Seichi gritó. El reflejo de Sarah se convirtió en una imagen de Syara. Seichi se volvió a la cara de Sarah. Los deslumbrantes ojos verdes.
Todo llegó como un fuerte golpe para ella. La nota que Syara sostenía en su mano lo explicaba todo. La maldición ya había comenzado desde un inicio. Las letras de las secciones incluyendo la de ahora deletreaban el nombre: Sarah. Syara fue asesinada en la sección A, Sakura en la A. Sunny en la R, Sally en la A y luego ella en la sección H. Sakura y sus amigas, Sunny, Sally y ella. Eran el objetivo. Sakura siempre había molestado a Syara su vida entera. Syara era inteligente, Hermosa y dulce. Sakura siempre la envidió. Ella arrastró todos aquellos actos pecaminosos. Nunca ayudó a ninguna de las dos. Ella sólo miraba a Sakura molestando a su hermana. Todo culminó en esto. La última pregunta de sus pensamientos se quedó sin resolver por el doloroso golpe del cabello de Sarah penetrando a través de su cuerpo. Sarah, la inocente chica ¿sabía lo que estaba haciendo?
Syara debió haberlas odiado tanto hasta el punto de usar a su mejor amiga Sarah. Es posible que nunca supiera algo como si estuviera en una pesadilla. Pero fue como un sueño para Seichi. Antes de morir, Seichi observó deslumbrante los ojos de “Syara” los cuales ahora eran de Sarah. Entonces ella fue arrastrada dentro de la oscuridad. Sarah torpemente caminó hacia el campo y se dejo caer sobre el pasto. Eso trajo de vuelta sus recuerdos con Syara pasando el tiempo juntas. La clara voz de Sarah rompió el silencio de la noche. “¿ahora me toca a mí, Syara?